Cuando se une la Radiestesia con la Astrología
Vivimos en un mundo compuesto de diversas energías. A todo
instante convivimos con energías electromagnéticas, planetarias, telúricas,
entre muchas otras. Nosotros mismos somos hechos de energía. Por eso, nuestros
pensamientos y sentimientos –que también son energías– son capaces de crear cualquier
cosa, ya que todo es energía.
La radiestesia, cuya palabra significa sensibilidad a las
radiaciones, estudia, desde la antigüedad, todo tipo de energías, siendo capaz
de identificar e medir cada una de ellas.
Este arte, antes conocida como rabdomancia, fue muy
utilizada por los pueblos antiguos, como los egipcios e los chinos, en especial
para localizar agua subterránea y construcción de ciudades.
Tenemos, inclusive, registros datados de 9.000 a.C. que muestran
indicios de que la radiestesia era utilizada desde esta época, inclusive en
América.
La radiestesia, o rabdomancia, fue intensamente utilizada
por médicos, constructores, matemáticos, astrónomos y astrólogos y mucho
material escrito fue producido sobre el asunto.
Sin embargo, entre 1500 y 1700 la práctica de la radiestesia
fue condenada sobre la base de ser la relación del hombre con el diablo, y por
lo tanto, la mayor parte de los libros fueron quemados por la Inquisición.
Olvidada desde entonces, la radiestesia fue redescubierta en
1900 por los abades franceses que modifican las denominaciones de la técnica,
dándole el nombre de radiestesia.
A partir de ahí, volvió a ser muy usada en varios lugares
del mundo, en la medicina, la psicología, la armonización de casas y terrenos,
la agricultura, la localización de personas desaparecidas agua y suministros,
entre otros.
Sin embargo, aunque ampliamente utilizada en muchos países
hoy en día, sigue siendo poco conocida y utilizada en Colombia y Argentina.
La radiestesia, utilizada para detectar y medir energías, fue
asociada a la radiónica, capaz de transformar tales energías.
Para utilizar la radiónica, podemos trabajar con gráficos,
que son símbolos especialmente creados, capaces de emitir vibraciones
determinadas.
Además, hay un tablero de radiónica, compuesto de gráficos y
símbolos especialmente diseñados, donde podemos hacer mediciones con
radiestesia y armonizar las energías detectadas con radiónica, siempre con la
ayuda de un péndulo.
Con la tabla radiónica podemos armonizar nuestros cuerpos -físico,
mental, emocional y energético-, nuestros chakras, nuestra columna vertebral,
nuestras relaciones, el entorno en el que vivimos y/o trabajo, y todas las
energías de equilibrio.
También podemos transmutar patrones, trabajar en temas de
salud, directamente sobre el origen de las enfermedades y despertando el
proceso de curación. También podemos mejorar la prosperidad, abundancia y amor
en nuestras vidas.
Es un trabajo, por lo tanto, que tiene como objetivo
despertar o potenciar el proceso de creación de la realidad consciente,
buscando siempre la mejor para la persona, o qué otra cosa está en resonancia
con su esencia y su ser interior.
La tabla radiónica por sí misma, es muy eficiente y
proporciona resultados rápidos y positivos, dependiendo, por supuesto, la
apertura y la provisión individual para los cambios necesarios. Pero podemos
mejorar aún más este trabajo con la ayuda de la astrología.
En una carta astrológica, podemos identificar la esencia
individual. El gráfico nos muestra la personalidad, comportamiento, necesidades
y reacciones emocionales, cómo se relacionan, los facilidades, talentos,
dificultades y retos de una persona. Precisamente porque esto es una gran
manera de diagnóstico de cuestiones que deben abordarse en la radiestesia, y
por dónde empezar una energía de armonización.
Por ejemplo, una persona con una cierta dificultad en su
vida. Podemos trabajar este tema y sus posibles orígenes, sobre la base de lo
mucho que la persona tiene conciencia de ello. Sin embargo, cuando tenemos la
carta astral de esta persona, sabemos exactamente el origen de esta dificultad
y por lo tanto podemos actuar directamente sobre la causa del problema, lo que
acelera el proceso de curación.
También podemos hacer el proceso inverso. Un astrólogo, al
interpretar una carta astral, encuentra dificultades y los retos que hay que
superar por esa persona. Basado en el propio mapa, se puede encontrar posibles
soluciones para orientar a su cliente. Pero con la tabla radiónica, se puede
acelerar este proceso de superación y la curación.
La astrología es, pues, un gran aliado de la radiestesia, ya
que nos permite ir directamente a la atención de cualquier asunto, por lo que
la armonización va a suceder más rápida y eficazmente.
Sobre todo, porque la radiestesia y la radiónica propondrán
armonizar a una persona para que cada vez esté más en sintonía con su esencia,
que atrae a las cosas en su vida coherente con su ser interior. Y la astrología
nos muestra la esencia de una persona, su misión en la vida.
Cuando se trata de trabajar la radiestesia con la
astrología, estamos acelerando nuestro proceso de coincidencia con nuestro ser
interior y también nuestro crecimiento, haciendo que fluya de la mejor manera
posible en nuestras vidas.
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