Urano: un planeta que transforma

Urano fue descubierto en el 1781 por Willam Herschel, un músico y aficionado a la astronomía, que había construido su propio telescopio y que, años más tarde, se convirtió en un astrónomo más respetado de su época. Urano es clasificado por los astrónomos como planeta - gigante gaseoso, junto con Júpiter y Saturno. Lo que le hace diferente a otros planetas, es la inclinación de su eje respecto al Sistema Solar, que es de 97,77º y se podría decir, que Urano rota alrededor del Sol, estando “tumbado”.

Urano da una vuelta al Sol cada 84 años, que corresponde a la esperanza de vida media y, podríamos considerar este hecho como una de las etapas de nuestra evolución, porque sabemos que no es límite. En realidad, tenemos todas las posibilidades (nuestro cuerpo y los recursos de energía que tenemos, nos lo permite) vivir una vida más larga, llegando en algunos casos hasta los 120 años.

Urano tiene 27 satélites naturales, entre los cuales, los principales y los más grandes son Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberón. Los satélites de Urano llevan los nombres de los personajes de las obras de Shakespeare y Alexander Pope.

En la astrología, Urano simboliza el principio del impulso creativo, el deseo de libertad, de ir más allá de lo habitual, romper lo establecido. Urano representa cambios que se producen de manera muy brusca, drástica e inesperada.

Urano simboliza el impulso, brillante e inusual, que interviene en la vida rutinaria y habitual y, la cambia por completo. Es el impulso de la creatividad cósmica, es algo que llega a nosotros del mundo superior e introduce en nuestra vida algo totalmente nuevo, que antes ni siquiera habíamos imaginado.
En el sistema solar, igual que aquí en la Tierra, también existe jerarquía, según la cual, lo que está por encima, es lo que más edad tiene y, por lo tanto, tiene el poder de influir en lo que está por debajo. Por ejemplo, la órbita de Saturno está por encima de la órbita de Júpiter y, por lo tanto, nuestro éxito y nuestro crecimiento social que está representado por Júpiter, depende y obedece a las leyes jurídicas y sociales, a las normas y tradiciones, representadas por Saturno y, hay un cierto límite (Saturno) de este crecimiento, es decir, al convertirte en un presidente de un país, no puedes crecer más por la escalera social, porque el cargo más alto no existe, es el límite.

Según esta jerarquía, la órbita de Urano está por encima de la órbita de Saturno y, por lo tanto, los impulsos de Urano pueden traspasar las fronteras de Saturno introduciendo los cambios muy significativos en el mundo físico. Además, a una velocidad vertiginosa.

Y es precisamente lo que ha pasado cuando fue descubierto Urano, que en realidad fue un salto cuántico de nuestra consciencia, pues, después de su descubrimiento hemos subido a otro nivel de creatividad y, como resultado, fue el desarrollo de la tecnología (inventamos radio en 1895, ordenadores en 1941 – 1945, naves espaciales en 1957, internet en los años 60, teléfono móvil 1973, y un largo etc.). Y, desde entonces, nuestra vida ha cambiado por completo. La tecnología, a su vez, nos ha permitido hacer otros descubrimientos, que nos llevaron a una evolución de la tecnología, nunca vista antes.

A las personas que tienen Urano muy pronunciado en sus cartas natales, les cuesta vivir dentro de un marco de la vida habitual, necesitan la libertad. Ellas no van por allí donde anda todo el mundo, sino siempre buscan su propio camino y hacen las cosas a su manera. Son inventores, pioneros, revolucionarios. Son aquellas personas que dan un nuevo empuje para el desarrollo de una empresa, de una ciencia, o, de la humanidad en general. Por ejemplo, Einstein tenía Urano en su carta natal en una posición muy fuerte y, como sabemos, sus descubrimientos cambiaron no sólo nuestra vida, sino, lo que es más importante, nuestra visión sobre el mundo en el que vivimos.

Cuando Urano interviene en la vida de uno, suceden los acontecimientos que se puede afrontar de una manera positiva o negativa y cada uno los experimenta a su manera.

Las personas, a las que les cuesta aceptar los cambios en su vida, pueden pasar realmente mal, y la influencia de Urano puede manifestarse en sus vidas como sucesos bastante desagradables acompañadas por la sensación de pérdida de control y seguridad que acaban en el divorcio, despido o, accidente.

Pero hay personas a las que no sólo no les asustan los cambios, sino que sienten que son necesarios para mantenerse “a raya” y son ellas que hacen el primer paso para que estos sucedan. Muy a menudo, estas personas tienen el interés por las profesiones y aficiones relacionadas con la astrología, astronomía, senderismo, programación, vanguardismo, aviación, etc.

El efecto negativo de Urano es la inestabilidad constante en una de las áreas de la vida. Por ejemplo, en el trabajo, cuando la persona por ser incapaz de aguantar la rutina o, mantener el interés a lo que se dedica, se ve obligada a cambiar los lugares de trabajo con mucha frecuencia.

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