Personalidad del signo Virgo
Estos rasgos de personalidad de los que voy a hablar a
continuación deberán ser tenidos especialmente en cuenta cuando la persona
tenga el Ascendente o el Sol en Virgo. No obstante, dichos rasgos podrán ser
reforzados o contrarrestados por la tendencia de los planetas Dominantes y por
la tendencia del Armónico Dominante en la carta natal.
Una virgen sujetando una espiga representa a este signo. Nos
hallamos ante una imagen bondadosa, maternal y protectora, pero al mismo tiempo
severa o austera, que alude al trabajo, al servicio, al deber o las
responsabilidades. Asimismo, la misma figura de la virgen también nos sugiere
una idea de pureza, castidad, limpieza y pulcritud. Éste es uno de los pocos
signos que no está representado por un animal sino por una figura humana, y
además "virgen", lo que indica que hay un predominio del lado
superior de la personalidad sobre los instintos y pasiones, que son sujetados,
reprimidos, sublimados o espiritualizados. Los nativos de Virgo poseen una
naturaleza escrupulosa, con exaltación de los valores racionales e
intelectuales y favorecedora del estudio de las altas ciencias y de la búsqueda
de la sabiduría. Finalmente, la espiga es un símbolo de la tierra y sus frutos,
que sólo pueden obtenerse mediante el trabajo tenaz del día a día.
Virgo es un signo de tierra mutable. Estos nativos suelen
ser muy sensatos, realistas, prácticos, llenos de sentido común y siempre con
los pies en la tierra. Otorgan una gran importancia a la experiencia y siempre
están pendientes de las cosas concretas, hasta el punto de que a veces pueden
llegar incluso a sentirse atrapados o encadenados por las realidades
cotidianas, tanto laborales como domésticas, lo que les genera interiormente
una gran tensión y angustia. De carácter serio, grave, introvertido y, a veces,
poco sociable, tienen predisposición al pesimismo o la melancolía. El lado
mutable del signo vendría dado por su naturaleza mental, ya que el pensamiento
lo abarca todo y no tiene fronteras.
Mercurio, el planeta intelectual por excelencia, es el
regente de este signo, en el que se encuentra también exaltado, estableciéndose
una potente afinidad entre signo y planeta. Estos nativos son en extremo
lógicos, analíticos y están dotados de un fuerte sentido crítico. Se dice que
tienen "personalidad de relojero", porque otorgan más importancia a
los detalles que a lo general y más a las cosas pequeñas que a las grandes.
Aman el orden y la exactitud, que comunica tranquilidad a su desasosegado
espíritu. De naturaleza enciclopédica, sienten gran deseo de estudiar y
aprender y quieren estar al corriente de todo. Para afrontar la vida se basan
en lo racional, desechando la intuición o la voz del corazón.
Neptuno y Júpiter son, por su parte, los planetas peor
ubicados en este signo. Éstos se relacionan con los altos ideales, la
filosofía, la espiritualidad, los grandes sueños o las altas cimas de la
mística, pero lo que realmente le interesa a Virgo son las cosas concretas, las
realidades cotidianas, los problemas del día a día: llegar a final de mes,
pagar el colegio, arreglar la lavadora, etc. Tampoco Venus encuentra en Virgo
un ambiente favorable. El planeta del amor y los placeres no puede armonizar
bien con este signo virginal, siempre pendiente de las obligaciones y
responsabilidades, que ama la soledad y reprime o sublime las pasiones,
prefiriendo una vida ascética.
Virgo favorece la devoción, la entrega y el servicio. Ellos
no vienen a esta vida para disfrutar de sus placeres sino para trabajar o
cumplir una misión, por eso a veces son un poco ásperos, y pueden tener una
mente algo estrecha o una moral demasiado estricta y rígida. De carácter tímido
e introvertido, son perfeccionistas y tienen una gran capacidad de
concentración. Fríos y escépticos, sólo creen en lo que ven, lo que puede llevarles
a caer en el materialismo.
A pesar de sus indudables virtudes no es fácil convivir con
estas personas. Si canalizan mal sus energías pueden ser muy egoístas y
calculadores, o bien mezquinos, pedantes y quisquillosos, y aferrarse con cerril
obcecación a lo que no tiene importancia.
Físicamente, suelen tener un rostro alargado, triangular u
ovalado, de rasgos finos y móviles, en donde destaca una frente amplia en tanto
que la barbilla es pequeña. Son serios y concentrados, pero al mismo tiempo muy
expresivos. Presentan temperamento nervioso-melancólico y cuerpo delgado o
asténico, aunque tienden a engordar con la madurez. Amy Winehouse o Eusebio
Poncela encarnan perfectamente este signo.
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