La salud vista en la Carta Astral
Para conocer todo lo referente a la salud y la vitalidad del
individuo, es preciso estudiar la carta natal en su conjunto, ya que es la
totalidad y sus matices lo que nos ofrece la verdadera respuesta. Sin embargo,
es cierto que también existen determinados elementos que nos dan indicaciones
muy precisas sobre este asunto. Veamos:
El Ascendente
El primero y principal de estos elementos es el ascendente,
incluyendo en él tanto el signo como los planetas que se encuentren saliendo
por el horizonte. Ya hablé de la importancia de este punto cuando traté de la
personalidad y del aspecto físico en la carta natal. Pues bien, lo mismo sucede
en relación con la salud, ya que el signo y los planetas salientes, si los
hubiere, nos informan sobre su constitución física y sus tendencias patológicas
que tienen un origen genético.
- El Sol o el signo de Leo ascendiendo darán una vitalidad por encima de lo normal, pero también una predisposición a los problemas del corazón. Asimismo, Marte o Aries proporcionarán gran vitalidad y fortaleza física, pero a la vez tendencia a los infartos cerebrales
- Júpiter o Sagitario ascendiendo contribuyen igualmente a la vitalidad, pero predisponen a la obesidad y los problemas hepáticos o artríticos
- Saturno o Capricornio ascendiendo otorgan gran solidez y resistencia, aunque no favorecen la belleza y hace a estos individuos propensos a los problemas de huesos y articulaciones.
- Venus o Libra ascendiendo si favorecen la belleza y la armonía física, pero hacen al cuerpo más vulnerable a las infecciones, la diabetes y los problemas renales.
- Si Tauro asciende, el nativo será bello y al mismo tiempo fuerte o sólido, sin embargo, también puede ser obeso y tener dificultades metabólicas.
- Mercurio, Géminis o Virgo ascendiendo potencias las cualidades intelectuales, pero predisponen a los problemas del sistema nervioso. Algo muy parecido sucede cuando Urano o Acuario salen por el horizonte.
- La Luna o Cáncer ascendiendo incrementan la sensibilidad, pero disminuyen la vitalidad física y predisponen a problemas de matriz, senos y aparato digestivo.
- Neptuno o Piscis ascendiendo favorecen la inspiración y la espiritualidad, pero hacen que el cuerpo sea muy vulnerable a las alergias, infecciones e intoxicaciones.
- Plutón o Escorpio ascendiendo proporcionarán una gran energía y aptitud para la lucha, aunque también una tendencia a los problemas de genitales, vejiga, colon y próstata.
Como es natural, si el signo o el planeta que asciende
recibe malos aspectos, especialmente de maléficos como Marte, Saturno o Urano,
habrá más posibilidades de que sus tendencias patológicas se manifiesten o se
agraven de manera considerable. Por el contrario, cuando el signo o planeta
ascendente reciben buenos aspectos, en especial de los benéficos, Venus y
Júpiter, éstos tendrán un efecto positivo para la constitución física, y el
nativo tendrá posibilidades de gozar de buena salud y vivir una larga vida, así
como de que las tendencias patológicas se atenúen notablemente.
Aunque todo el resto de la carta natal se encuentre en
estado cósmico favorable, si el ascendente o el planeta saliente están
gravemente afligidos, la salud del individuo correrá grave riesgo por causas
genéticas y constitucionales.
Planeta regente
Se llama así al planeta que rige el signo donde se encuentra
el ascendente, de manera que, si una persona nace con Sagitario saliente por el
horizonte, su planeta regente será Júpiter. Este planeta matiza y complementa
sutilmente la influencia del signo ascendente, y se tendrá mucho más en cuenta
cuando ningún planeta salga por el horizonte, es decir, cuando el signo
ascienda en solitario.
La influencia del planeta regente complementará la del
ascendente, y por lo tanto será preciso estudiar el estado cósmico del planeta
regente, en que signo y en qué casa se encuentra, o qué aspectos recibe. Todo
ello se unirá a la influencia del ascendente.
Volviendo el ejemplo anterior, si una persona nace con
Sagitario ascendiendo en solitario, es necesario estudiar el estado cósmico de
su planeta regente, Júpiter. Pues bien, si Júpiter se encuentra en Piscis, eso
añadirá características piscianas al carácter, temperamento, constitución y
aspecto físico, e incluso posibles enfermedades genéticas. Si además Júpiter
forma aspecto con Venus, entonces se añadirán al conjunto matices Venusinos.
Éste era el caso del genial Leonardo da Vinci.
El Sol y la Luna
La influencia solar también desempeña un papel esencial a la
hora de estudiar la salud de la persona; en este caso, el Sol estaría
relacionado especialmente con la vitalidad. Un Sol en estado cósmico poderoso y
bien aspectado, siempre tendrá claros efectos favorables en el ámbito de la
salud, sobre todo si se encuentra en el ascendente o en posición angular, o también
si forma un aspecto armónico con el planeta dominante o gobernador del
horóscopo, que es el que rige el signo ascendente.
En los casos en que el nativo tenga un ascendente muy
afligido pero un Sol realzado y en buen estado cósmico, se dará la circunstancia
de que mostrará una gran vitalidad y energía aun habiendo nacido con una
constitución débil o enfermiza. Podríamos ver un caso de este tipo en el emperador
Carlos V, siempre al frente de sus ejércitos a pesar de sus numerosos achaques
y su estropeada salud.
También la Luna tiene una gran influencia sobre el cuerpo
físico, y si está en buen estado cósmico será notablemente propicia para la
salud, sucediendo lo contrario cuando se encuentra afligida por maléficos.
Además, se da la circunstancia de que el Sol y sus aspectos ejercen la máxima
influencia sobre los horóscopos masculinos, mientras que la Luna y los suyos se
exteriorizan más en los horóscopos femeninos. Así, una Luna muy afligida por
maléficos, tendrá unos efectos físicos mucho más graves en una mujer, mientras
que si el Sol es quien está en pésima situación sucederá lo contrario.
Pero de lo que no cabe duda es de que, cuando los
ascendentes Sol y Luna se encuentran en buena situación y bien aspectados, hay
grandes esperanzas tanto para la salud del nativo como la duración de su vida.
La casa sexta
De las doce casas del horóscopo la sexta es la que se
encuentra más directamente relacionada con la salud y las enfermedades. En
ella, nos encontraríamos en concreto con las enfermedades esporádicas, o de
corta duración, que se van contrayendo a lo largo de la vida.
Como es natural, la presencia en dicho sector de maléficos
como Marte, Saturno o Urano, y especialmente si están afligidos, no será nada
tranquilizadora. Un Marte afligido en esta casa predispondrá a lesiones,
accidentes, heridas, quemaduras u operaciones quirúrgicas. Por otro lado, el
signo donde se encuentra situado el planeta nos dará indicaciones sobre la
parte del cuerpo que resultará afectada, que al mismo tiempo será el punto
débil del nativo. Así, si Marte situado en Géminis señala el peligro de
lesiones, accidentes, heridas u operaciones en brazos o manos.
Lo contrario sucederá cuando un planeta benéfico se
encuentre en la casa sexta, en especial en el caso de Júpiter, que preservará
al individuo de las enfermedades, y, en el caso de que éstas aparezcan, las
atenuará al tiempo propiciará que goce de la mejor atención médica.
Cuando la casa sexta se encuentra vacía, entonces debemos
estudiar el estado cósmico del planeta regente del signo que se encuentra en
dicha casa. De este modo, una casa sexta ocupada por el signo de Tauro nos
induciría a pensar en una salud robusta, pero si Venus, regente de este signo,
se encuentra severamente afligido por planetas maléficos, entonces es probable
que el nativo tenga que soportar numerosas enfermedades.
Un caso ilustrativo de este tipo sería el del actor
Christopher Reeve, que gracias a su colosal físico encarnó varias veces a
Supermán. Reeve tenía vacía la casa sexta de su carta natal, pero el regente de
la misma, Saturno, formaba conjunción con Neptuno y con el Parte del
Infortunio, y sobre todo una tensa cuadratura con Urano. Todos sabemos cómo una
desgraciada caída lo dejó tetrapléjico en plena juventud y para todo el resto
de su vida.
Si el regente de la sexta se encuentra en la casa duodécima,
es probable que la enfermedad se convierta en crónica, pero si se encuentra en
la octava, entonces el nativo puede morir a causa de una enfermedad, o puede
producirse una transformación radical en su vida gracias a ella.
La Casa Doce
Este sector se relaciona con las grandes pruebas que el
nativo deberá afrontar, y entre ellas se encuentran también las enfermedades.
Pero en este caso no se tratará de afecciones transitorias, sino de aquellas
que tienen un carácter más grave, crónico o paralizante.
Cuando esta casa se encuentra ocupada por maléficos como
Marte, Saturno o Urano, el individuo tendrá muchas posibilidades de sufrir
graves enfermedades crónicas o paralizantes, que repercutirán fatalmente en su
felicidad y destino. Arriba en la carta de Christopher Reeve se puede observar
que tiene a Urano justo en la cúspide de la casa doce y haciendo cuadratura a
la conjunción Saturno, Neptuno y Parte del Infortunio. Lo mismo sucederá si el
regente de la casa doce está en la sexta.
Pero si la casa doce está ocupada por benéficos, como Júpiter
o Venus, entonces éstos podrán proteger al nativo de enfermedades crónicas o
paralizantes, o, en otros casos, ayudarlo a sobrellevarlas, haciendo florecer
en él una sincera resignación o una elevada espiritualidad, de forma que hasta
de un mal salga un bien. Puede incluso favorecerlo y que, indirectamente, el
nativo obtenga triunfos o beneficios relacionados con sus achaques y
enfermedades.
Hombres de profunda espiritualidad, como San Francisco de
Borja, el padre Pío de Pietralcina o el papa Juan Pablo II, tuvieron a Júpiter
situado en la casa doce. A lo largo de su vida padecieron numerosas y terribles
enfermedades, sin embargo, las soportaron con heroica resignación, lo que hizo
que brillase aún más su espiritualidad, acrecentando su fama y aureola de
santidad, tanto en vida como después de muertos.
Planetas maléficos o muy afligidos
Cuando en una carta los llamados planetas maléficos (Marte,
Saturno, Urano, Plutón) se encuentran en posición angular o se hallan en muy
mal estado cósmico, aunque no estén necesariamente ni en la casa sexta ni en la
casa doce, uno de los resultados será la posibilidad de que se produzcan
severos trastornos de la salud (enfermedades, accidentes, operaciones, etc.).
El signo que ocupan los planetas nos informará de cuáles son, en concreto, los
trastornos que el individuo deberá afrontar. Así, si una persona tiene a Marte
y Saturno conjunto y al mismo tiempo disonantes con otros planetas en el signo
de Escorpio, no será nada extraño que deba enfrentarse a la posibilidad de
tener enfermedades venéreas, hernias, prostatitis, golpes o traumatismos en la
zona genital. De hecho, la presencia de maléficos en posición angular y
disonante, o simplemente aspectados entre sí y disonantes, en cualquier punto
de la carta astral, es uno de los indicios más seguros de la posibilidad de
lesiones físicas o enfermedades.
El psicólogo y psiquiatra Sigmund Freud tenía a Marte y
Saturno disonantes entre sí, y al mismo tiempo ambos formaban mal aspecto con
Júpiter. Sabemos que paso los últimos años de su vida entre terribles
padecimientos y numerosas operaciones a causa de un cáncer.
Puede pedir su turno llamando en Concordia (Argentina) a
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