Significadores en la Astrología Médica
En esta primera etapa les iré pasando un
resumen sobre analogías generales en materia de salud sobre todo para que
aquellos que no dispongan de bibliografía puedan tener una guía. Quisiera
aclarar que en estos artículos los planetas maléficos serán llamados maléficos
y las casas VI, VIII y XII serán casas de enfermedad, muerte y reclusión y,
aunque adaptaremos los términos y enfermedades de acuerdo a una concepción
moderna, trataremos de seguir las normas de la Tradición.
Tomaremos como base las analogías del
Sourany, Weiss, Ebertin pero con algunos agregados de otros autores, más los
personales. La guía del mini curso sería más o menos esta: Analogías generales
(temperamentos, signos, casas, planetas) Casas VI, VIII, XII Concepto del
Hyleg, afeta y anareta y aspectos.
Significadores
Vamos a ver en primer lugar una clasificación
de acuerdo a las Triplicidades. Las Triplicidades corresponden a los cuatro
elementos que componen el cuerpo físico del hombre: Fuego, Tierra, Aire, Agua.
Tradicionalmente, a los cuatro elementos se
los correlacionó con los cuatro “humores” que a su vez dieron origen a los
cuatro temperamentos. Los antiguos concedían mucha importancia a los
temperamentos, sin embargo, es muy raro encontrar un tipo puro, en general los
temperamentos son mixtos como resultado de la presencia de un número con
frecuencia igual de planetas en dos o incluso en tres triplicidades.
Se consideraba que el predominio de un
elemento afectaba no sólo las características físicas sino también su
complexión y carácter. Podremos evaluar entonces qué elementos son excesivos o
faltantes, o sea desequilibrados y probablemente la fuente de problemas, ya sea
física o mentalmente.
Cuando la mayoría de planetas (incluyendo
MC y Asc) se encuentra en signos de Fuego, se dice que el nativo tiene un
temperamento bilioso, si está en signos de Tierra: nervioso, en signos de Aire:
sanguíneo y linfático para los signos de Agua.
Bilioso: Piel caliente y seca. Músculos
fuertes y largos. Tendencia a padecer trastornos digestivos, hepáticos y
estreñimiento, pues tiende a la mala eliminación. Tendencia a la hipertensión
arterial, palpitaciones, escalofríos, neuralgias, calambres, sequedad en las
mucosas. Activo, vital, y su necesidad de descanso es limitada.
La carencia del Elemento Fuego a menudo
puede indicar trastornos digestivos, mala función hepática y digestión lenta ya
que este elemento posee correspondencia con los procesos de purificación, y
desintoxicación del organismo. Como el elemento Fuego es índice de vitalidad,
las personas con poco énfasis en este elemento también podrán mostrar poca
defensa ante las infecciones, astenia, apatía y debilidad muscular.
Nervioso: Piel seca y fría, musculatura
poco desarrollada, exigente respecto a la calidad de alimentación, elimina poco
y duerme mal. Tendencia al insomnio, a los fenómenos neuróticos, nerviosos,
anemia y a la pérdida de peso. Pulso débil y difícil.
El Elemento Tierra está en relación directa
con el mundo material y éste con el cuerpo físico, por lo que la carencia de
este elemento puede indicar una mala relación del individuo con su cuerpo,
descuidándolo de manera que no le dé la atención correspondiente, fallas en la
alimentación y en el descanso pudiendo caer en el agotamiento, y en el estrés.
También tiende a señalar falta de resistencia. Entre otras cosas puede haber
problemas en el aparato osteo-articular, propensión a la artritis, gran
fatigabilidad, etc.
Sanguíneo: Piel caliente y húmeda.
Tendencia a cometer excesos en la comida, bebida, diversiones y sueño, también
a la obesidad. Elimina bien. En el sanguíneo son abundantes las sudoraciones y
orinas. Tendencia a padecer problemas circulatorios, gota, reumatismo, arteriosclerosis
y congestión cerebral. Pulso parejo.
El Elemento Aire en el cuerpo humano está
relacionado con los procesos vinculados a la adaptación del organismo al medio
externo como la circulación, respiración y el sistema nervioso. La falta de
este elemento puede ocasionar desórdenes respiratorios, tendencia a los
trastornos circulatorios, agotamiento nervioso, etc.
Linfático: Piel húmeda y fría. Carnes fofas
y grasas. Sobrio, no abusa de bebidas ni placeres, pero con tendencia a
preferir alimentos pesados y grasos. Abdomen prominente. Holgazán y dormilón.
Tendencia a hipersecreciones. Tendencia a la hipertensión arterial, hipertrofia
de tejido linfático y a la somnolencia. Pies y manos sudorosas.
El Elemento Agua es el elemento que permite
solubilizar sustancias para la correcta nutrición y protección en el organismo,
rige los líquidos del cuerpo y la función de reproducción incluso a nivel
celular. Por lo que la falta de este elemento podría manifestarse en problemas
de mala eliminación, problemas linfáticos, problemas digestivos, de sequedad,
esterilidad, etc.
La falta de énfasis en alguno de los
elementos puede verse compensada en alguna medida; por ejemplo, la falta del
elemento Tierra puede compensarse con un Saturno fuerte y bien emplazado, la
falta de Fuego con Marte en buen aspecto al Sol y o a la Luna, la falta de Aire
con Mercurio en buen aspecto a Urano y la falta de Agua con una “buena” Luna,
etc.
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