Carta Astral y Linaje Familiar
Desde que conocí la Astrología creo a mis 14 o 15 años cuando mi madre me llevó donde un astrólogo alemán para que me hiciera mi Carta Astral y me la comentara, creció mi interés por adentrarme en este fascinante mundo de los astros, las constelaciones y sus influencias sobre todo lo que habita en la tierra.
Dediqué tiempo a leer libros, pagar por hacer cursos, asistir a talleres, seminarios y congresos hasta que la curiosidad me puso por delante y por cuestiones familiares, el Árbol Genealógico. No hace mucho tiempo, una conjunción de planetas sobre mi Sol me obligó a revisar aquellos temas astrológicos que había dejado de lado, señalando el fin de una vieja pelea de una identidad creada en función de negar las raíces, la memoria familiar por considerarla coincidental.
El Linaje Familiar representa a la línea, la descendencia o rama familiar que puede ser femenino o masculino. Somos el resultado de la combinación de estos linajes de nuestro Árbol Genealógico que se manifestarán a través de los planetas en nuestra Carta Astral. Éstos representan las energías arquetípicas que se desarrollarán a través de diferentes integrantes de la familia.
Dediqué tiempo a leer libros, pagar por hacer cursos, asistir a talleres, seminarios y congresos hasta que la curiosidad me puso por delante y por cuestiones familiares, el Árbol Genealógico. No hace mucho tiempo, una conjunción de planetas sobre mi Sol me obligó a revisar aquellos temas astrológicos que había dejado de lado, señalando el fin de una vieja pelea de una identidad creada en función de negar las raíces, la memoria familiar por considerarla coincidental.
El Linaje Familiar representa a la línea, la descendencia o rama familiar que puede ser femenino o masculino. Somos el resultado de la combinación de estos linajes de nuestro Árbol Genealógico que se manifestarán a través de los planetas en nuestra Carta Astral. Éstos representan las energías arquetípicas que se desarrollarán a través de diferentes integrantes de la familia.
El Árbol Genealógico, como la Carta Astral (Natal) es un destino que se cristaliza en nuestra vida en el momento de nacimiento. La vivencia de nuestra propia leyenda heroica está condicionada por el Árbol Genealógico reflejado y escrito en las estrellas. Si logramos realizar nuestras tareas, una mejora recae sobre las siguientes generaciones. Como Ulises, si nos salvamos de la cueva de Polifemo, salvamos a los nuestros. Lo contrario significa mayor oscuridad para los hijos de nuestros hijos.
Conocer nuestro Linaje Familiar nos permite conocer a qué figura ancestral estamos ligados. También qué tipo de lealtades cumpliremos a lo largo de la vida.
Es vital ver la Carta Astral (Natal) de los padres, pues de alguna manera viven dentro de nosotros. Tiene más sentido estudiar la Carta de nuestra madre como si fuera la propia que levantar una de las llamadas Cartas Armónicas.
En el estudio de los condicionantes familiares podemos descubrir cosas sorprendentes, como por ejemplo la repetición de aspectos en las Cartas de miembros de la familia, parejas, amigos, etc.
Como una hipótesis, una intuición nos llevará a plantear una relación entre los diferentes niveles del árbol y los cuatro elementos. Así, el nivel de los hermanos podría corresponder al elemento Tierra con ellos se comparte, se reparte el amor y los bienes y porque es lo más próximo físicamente. El nivel de los padres es el elemento Agua; la relación con ellos es muy emocional, muy agua. En cambio, con los abuelos las relaciones son más fluidas y de aprendizaje, y la relación con ellos encaja en el elemento Aire. Y con los bisabuelos el elemento Fuego al que, con éstos últimos, por lejanos, son idealizados y mitificados y se vinculan frecuentemente a valores morales y éticos.
El esquema básico de aquello que nos da origen es la unión de nuestros padres. Padre, Madre e Hijo conforman la relación básica del ser humano y conforman su realidad interna. A esto se añade la dosis de amor, miedo, celos y odio, muchas veces disfrazada de indiferencia que unen a estos tres personajes.
La sincronía de fechas y hechos es algo que se repite de manera asombrosa en un Árbol Genealógico, y los ciclos planetarios tienen mucho que decir sobre este asunto puesto que muchas posiciones planetarias y aspectos se van transmitiendo de generación en generación. Por ejemplo, en el Árbol Genealógico de Lord Byron, en la rama paterna, todos los Byron varones mueren alrededor de los 36 años, cosa que también le sucedió al poeta y último Lord Byron.
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